Camino Neocatecumenal

La Iglesia reconoce al Camino Neocatecumenal como un iter válido para la nueva evangelización. Le ha sido otorgada personalidad jurídica  propia, administrando bienes espirituales que se ponen al servicio de la Iglesia, de las Diócesis, ya que el Camino no tiene patrimonio propio.

 

Este reconocimiento surge a raíz de los frutos que el Camino Neocatecumenal aporta a la Iglesia en vista de la nueva evangelización, y que ha sido suscitado por el Espíritu Santo para la puesta en práctica del Concilio Vaticano II.

 

Ya Juan Pablo II vio los frutos que el Camino Neocatecumenal suscitaba tanto en el seno de las familias como en la riqueza de vocaciones, reconociéndolo como un itinerario válido de fe en comunión con la Iglesia a través de los iniciadores del Camino, válido para la vida cristiana y obra de la nueva evangelización. Igualmente Benedicto XVI ha reconocido que este Camino es obra del Espíritu Santo.

 

El Camino Neocatecumenal es un carisma basado en la Familia de Nazaret que vive en humildad y que surge después del Concilio Vaticano II, colocando a Jesucristo en el centro de la predicación, contribuyendo a la nueva evangelización.

 

Este Camino que está en sintonía con el Papa, con el Pastor de la Diócesis y con el Señor demuestra la fecundidad de las personas que han visto los frutos del Señor en sus vidas: familias que marchan en misión para la evangelización, hombres y mujeres que se dedican a la vida consagrada, apertura de 70 seminarios, parroquias en las que surgen nuevas comunidades… y tantos otros frutos que cada persona ha visto en su vida.

 

El Camino Neocatecumenal es reconocido como un itinerario de fe al servicio de la Parroquia basado en el Trípode: celebración de la Palabra, Liturgia y Comunidad dentro del seno de la Parroquia. Este Estatuto es un hito en la Historia del Camino Neocatecumenal que reconoce al Camino como un itinerario de formación católica dentro de la diócesis y al servicio gratuito de ésta. El Neocatecumenado es un instrumento de la iniciación cristiana de los bautizados que está basado en el anuncio del Kerigma, en la buena noticia de la muerte y resurrección de Jesucristo.

 

El estatuto del Camino Neocatecumenal, aprobado ahora en forma definitiva, es un instrumento válido, para que siga contribuyendo al bien de toda la Iglesia.

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